lunes, 15 de mayo de 2017

LA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA


por Jorge Martens
Mail: jmartens220@hotmail.es
Mayo 15-2017

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La razón de ser.
Desde que el ser humano habita el planeta ha sido alimentado por una profunda necesidad de describir cada cosa que lo rodea: las plantas, los animales, el tiempo, el agua y el fuego. También el deseo de manifestar sus dolores y pesares, sus angustias, sus alegrías y sus enojos, de expresar sus ideas, aquellas con las que creó la rueda y todas las demás cosas. Comenzó así a pintar su casa con el dibujo de los animales que cazaba, en tabletas de arcilla creó garabatos que representaban conceptos diversos de su cotidianidad, articuló sonidos con su voz, entonces creó la palabra, la acompaño con música y creó la canción con la que alabó a la energía divina que lo había creado a él. Desde entonces hasta el día de hoy, el ser humano a estado inmerso en un permanente  proceso creativo de intercambio de información, de ideas, de sentimientos con otros seres humanos utilizando para ello ya no solo su voz y sus manos o sus ojos y oídos, sino que también creo cosas y encontró muchas formas para comunicarse.

Interpretando a David Berlo, podemos decir entonces que la comunicación es un proceso dinámico y creativo donde un ser humano, integrante de una sociedad, con patrones culturales concretos, con un lenguaje común, crea un mensaje, en un contexto determinado por un tiempo y unas circunstancias que lo condicionan, lo hace circular a través de una diversidad de medios o canales para que llegue a otro ser humano, también integrante de una sociedad y con patrones culturales concretos capaz, de producir una respuesta a ese mensaje. Este proceso lo vamos aprendiendo a lo largo de nuestra vida.

Decimos que es un proceso porque es la concatenación de distintos momentos que pasan desde la creación del mensaje hasta su respuesta. Que es dinámico porque la comunicación esta en un estado permanente de transformación en cada uno de los elementos que la componen, es decir, el lenguaje cambia, la lengua cambia, el habla cambia a través del tiempo; definitivamente, el ser humano cambia junto al mundo que vive. Decimos que es creativo porque el ser humano diseña, en función de sus necesidades comunicativas, lenguajes y formas de transmitir información. El ser humano no está aislado, vive en sociedad y posee características culturales que van desde lo global, porque vive en un mundo conectado por una red de información que hacen de este ser humano un individuo universal, hasta lo particular reflejado en los elementos propios del lugar donde habita. El ejemplo del campesino que vive en los pueblos del sur del estado Mérida, que fabrica aguardiente de forma artesanal ya no vive aislado del mundo. Se integra a él gracias al poder de penetración que tiene la radio o la televisión.

En el devenir del proceso comunicativo, fundamentado en la creciente necesidad de que el mensaje llegue a más receptores y de manera más clara y expedita,  el ser humano se ha valido de recursos y ha diseñado estrategias para transmitir sus sentimientos y sus ideas.

Es en este contexto que aparecen los medios masivos de comunicación. Los medios masivos de comunicación no nacen, como la gente cree, de la necesidad virtuosa y altruista de hacer de la comunicación una herramienta para el desarrollo de una sociedad más justa e igualitaria. No, paradójicamente nacen del ansia de poder. Es ese deseo el que mueve a los grandes grupos económicos a empoderarse de los medios de producción para la comunicación e imponerle a la sociedad una forma de hacer comunicación para perpetuar una visión sesgada del mundo, caracterizada por sus altos niveles de consumismo por mantener la pasividad social y la distorsión de la realidad.


Frente a este modelo de comunicación de hacer comunicación para la dominación surge un modelo de hacer comunicación para la liberación. Esta es en esencia la razón de ser de la comunicación alternativa.

la radio comunitaria ha sido desde sus inicios un importante medio de expresión de los desposeídos

La democracia de la palabra.
El empoderamiento del conocimiento de las tecnologías y de las técnicas para la comunicación en manos del pueblo, se ha logrado transformar en un instrumento para la organización popular. La comunicación alternativa se levanta entonces como la herramienta que reivindica el derecho del pueblo de defender su identidad cultural. Se transforma en la voz de los oprimidos y en la visibilización de los invisibles. Favorece la toma de conciencia en la autocrítica para elevar la autoestima. Es en esencia comunicación para el cambio social y la transformación democrática. Se sustenta fundamentalmente en una amplia participación del pueblo en todos sus procesos.
Ningún sistema de comunicación alternativo  puede ser impuesto sobre la comunidad, sino que debe ser el resultado de una necesidad sentida. Más aún, la comunidad –a través de  sus líderes populares- debe ser partícipe en todo el proceso de gestación, instalación y gestión del sistema. Sólo un proceso genuino de participación a través del cual la comunidad se apropie del instrumento de comunicación, puede garantizar la sostenibilidad y permanencia en el tiempo. Precisamente uno de los aspectos que distingue, en lo íntimo, en lo organizativo y en lo social, a los medios alternativos de los medios capitalistas, es esa capacidad de integrar a la comunidad, de convertirse en portavoz de las expresiones democráticas de la comunidad, en busca de cambios sociales y el mejoramiento de las condiciones de vida. Sin esta condición, no puede hablarse comunicación popular. Todo ello con el objetivo de generar una cultura del protagonismo social para el desarrollo y para la superación de la pobreza, en lugar de un medio al servicio del protagonismo de los líderes políticos y sociales. El proceso comunicacional comienza en la comunidad. 


el teatro a través de los siglos se transformó en el vehículo de la palabra

La televisión comunitaria. El audiovisual en manos del pueblo.
Las ventajas tecnológicas, inicialmente dirigidas a la producción de videos familiares, benefició enormemente el movimiento de video independiente y popular.  Los sindicatos, los grupos de mujeres y jóvenes, las comunidades indígenas y otros sectores se armaron  de cámaras de video para documentar su realidad. Las experiencias se multiplicaron por doquier, tanto en los países industrializados como en los países del mal llamado tercer mundo. El activismo comunicacional que el video pudo alimentar fue enorme, en muchos ámbitos de actividad relacionados con la libertad de expresión y de organización, así como en proyectos de desarrollo. Hemos analizado un abanico de experiencias en otras partes. El video contribuyó a que mujeres analfabetas de la India, por ejemplo, se organizaran en grupos de producción de video documental para mostrar la realidad de su vida cotidiana y apoyar las reivindicaciones de su organización, SEWA. En Brasil, los indígenas Kayapo encontraron que el video era un arma idónea para luchar por su tierra, por sus tradiciones y contra los planes de destruir la selva amazónica. En Tanzania el grupo Maneno Mengi utiliza el video como un instrumento de reflexión, un espejo que permite a las comunidades de pescadores o campesinos analizar sus problemas y buscar soluciones a través del diálogo. Las aldeas zapatistas en el sur de México utilizan también el video como medio de comunicación entre las comunidades indígenas, y ofrecen testimonio de la represión y de sus avances organizativos. Los Tigres Tamil, combatientes de la guerrilla en Sri Lanka, han capacitado a 350 jóvenes en el manejo de cámaras de video, para que documenten los ataques del ejército en contra de la población civil; varios han muerto al realizar ese trabajo. En Guatemala, en el marco de un proyecto de la UNESCO, mujeres mayas utilizan el video para documentar aspectos de la filosofía educativa y la didáctica maya y su aplicación en escuelas experimentales. En Chile, durante la dictadura de Pinochet, activistas políticos utilizaron el video para elaborar noticieros alternativos que circulaban clandestinamente en sindicatos e iglesias de base. Podríamos seguir mencionado muchos otros ejemplos.

Algunas de las experiencias de video alternativo y participativo llevan el nombre de “televisión” cuando en realidad no lo son. En Brasil hay por lo menos tres importantes: la TV de los Trabajadores,  TV Viva en la ciudad de Recife, o TV Maxambomba en Río de Janeiro, que han adoptado en su nombre la palabra “televisión” pero en realidad son grupos independientes de video que producen y exhiben sus obras en lugares públicos.  Quizás han incluido la palabra “televisión” para significar que una parte muy importante de su trabajo es la difusión de los videos, utilizada como una alternativa al gigantesco monopolio de la televisión brasileña, TV Globo. En un contexto bastante diferente, la Televisión Serrana de Cuba, es también un grupo de video que produce y difunde sus documentales y videos en una zona rural olvidada por los medios de comunicación estatales.

Cualquiera que sea el nombre, la vitalidad del movimiento independiente de video, particularmente en América Latina, es enorme. La fortaleza del video independiente está en el proceso participativo, y no solamente en los productos.  Es la suma de iniciativas de producción, de difusión y de debate lo que importa. El video independiente no es una golondrina en la primavera, sino un proceso de migración masiva del testimonio y la memoria, a manos de los actores colectivos. Una buena parte de la historia no-oficial de los pueblos de América Latina ha sido documentada en video, aunque haya sido negada y escamoteada por la televisión comercial u oficial. La identidad latinoamericana está siendo preservada a través del video, y a veces recreada, como sucedió con los indígenas Nambikwara de Brasil, quienes recuperaron algunas prácticas tradicionales, ya olvidadas, gracias al video. En Guatemala, el grupo de video Comunicarte grabó en video durante más de diez años imágenes del movimiento popular, así como el descubrimiento de fosas comunes clandestinas donde fueron sepultadas miles de víctimas de la política de “tierra arrasada” del ejercito.

El video independiente es un movimiento amplio, de carácter libertario, que no obedece a una dirección única pero se desarrolla en la dirección de la justicia social, la memoria colectiva y la organización comunitaria. No es solamente un fenómeno de producción que desafía los modos convencionales de hacer cine y televisión, sino también una propuesta alternativa de difusión, en plazas públicas y espacios colectivos.

El gran reto de la televisión comunitaria es desarrollar una propuesta estético-televisiva y cultural que se convierta en una de los sustentos principales de su legitimidad en el seno de la comunidad, que satisfaga los deseos y expectativas de una audiencia crítica y comprometida con su medio de comunicación. A diferencia de la televisión comercial e incluso la televisión del Estado, la televisión comunitaria planta sus raíces en la cultura local.  Esto no significa la negación de otras culturas, pero sí la afirmación de una identidad propia, identidad que con frecuencia es negada por los medios masivos de alcance nacional.   El principal rasgo distintivo de esa pertenencia a la cultura local es el uso de la lengua o de las lenguas más importantes en el radio de influencia de la televisión comunitaria. Este tema ha sido ampliamente debatido con relación a la radio comunitaria.  La pertinencia cultural se refleja incluso en los horarios de programación, para que sean compatibles con las labores de la población, particularmente en áreas rurales. La vestimenta y las expresiones de lenguaje que utilizan los presentadores, así como los decorados del estudio, los logotipos y los formatos de los programas, deben ser coherentes con la cultura local. 




El cine en toda su dimensión abre un abanico de posibilidades para la comunicación alternativa

Como conclusión.
En un mundo donde la tecnología ha reducido las distancias, y donde los medios de información alcanzan los rincones más apartados del planeta, la televisión comunitaria no debe verse en soledad, aislada de otras influencias y otros medios. Su supervivencia y permanencia en el tiempo depende de su capacidad de articularse con otras experiencias similares, y converger hacia nuevas tecnologías que pueden mejorar su alcance y su posibilidad de diálogo.  La conformación de redes con organizaciones que tienen objetivos parecidos contribuye a romper el aislamiento, así como las alianzas con organismos no gubernamentales, con cooperativas, con proyectos de desarrollo, con escuelas y bibliotecas públicas, con grupos de jóvenes y de mujeres, y con todos los demás actores locales. La convergencia con nuevas tecnologías que usan el potencial de difusión de Internet, es otro aspecto que debe tomarse en cuenta. Por ejemplo, la Internet se ha convertido en una fuente de información, pero sobre todo en un instrumento que facilita la constitución de redes virtuales. El primer paso es el aprendizaje. El reto es desarrollar y descubrir la creatividad, recuperar y reelaborar temas, lenguajes y formas narrativas identificables con la propia cultura, coherentes con las necesidades de la nación y con miras al rescate, protección y socialización del patrimonio cultural vinculado al servicio y a la vida de las comunidades.


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